jueves, 1 de abril de 2010

Martin Scorsese - 1942, Nueva York

Tal vez descubras que el gran problema de los cineastas jóvenes es que no tienen nada que decir e, invariablemente, que sus películas son poco claras o muy convencionales, o están dirigidas a un mercado bastante comercial. Así que me parece que lo primero que uno tiene que preguntarse si quiere hacer una película es: ¿Tengo algo que decir?. Y no tiene por qué ser algo literal que pueda expresarse con palabras. A veces, quieres comunicar simplemente un sentimiento, una emoción. Con eso basta. Y, créeme, ya resulta bastante difícil.

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